Dra. Emilia Concepción, PhD, PCC
Es la primera vez que exploro el tema de las relaciones de pareja con ustedes, mis lectores. Ante el COVID, y debido al incremento de conflictos, separaciones, divorcios, y hasta violencia durante esta crisis, quiero aprovechar este escrito para proveerles luz del por qué y más importante, qué herramientas pueden ayudar.
Primeramente, debes reconocer que probablemente estas más tiempo juntos que antes de la crisis. Tal vez ambos están trabajando remoto desde su hogar. Lo que significa que hay más probabilidad de que ambos “rocen”, y que sus espacios personales se hayan afectado. Lo que es también cierto es que: La calidad de las relaciones que ya tenían antes del COVID, determinará en gran medida el tipo de relación que vas a experimentar por el tiempo que esten juntos producto de la pandemia. Lo que estás experimentao ahora, con toda probailidad ya estaba allí, por resolver.
Si hubiera sabido cuando me casé lo que se hoy sobre las relaciones, (o cualquier tipo de relación de pareja) y los típicos retos durante el matrimonio…. nooo, no es que no me hubiera casado, Jaaa, sino que hubiera manera la transición de manera más efectiva. Después de 42 años de casada, soy feliz en este departamento. Sin embargo, a través de los años, he aprendido que aquellas expectativas que yo tenía sobre mi esposo, favorable o no, pudimos y debimos habarlas dialogarlo en algún momento temprano de nuestra relación. Y cuanto antes, mejor. Inclusive antes de casarnos, o cuando estés listo(a) en formalizar una relación o hasta decidir convivir.
A veces el refrán “amor ciego”, es el precio más alto que pagamos durante una realción. En el noviazgo cerramos los ojos, y cuando nos casamos, decidimos abrirlos y nos damos cuenta lo que muy bien pudimos haberlo evaluado antes. Mi recomendación es hacer todo lo contrario: durante el noviazgo, mira la mercancía, evalúa si tiene “damage” (LOL), evalúa si tiene garantía, porque una vez te cases, por favor, cierra los ojos, ya que es una relación que debe durar para el resto de tu vida. Por lo que menos así lo veo, porque no conozco a alguien que me haya dicho que, ¡se casó temporeramente!
Por ejemplo, cuando me casé, ya tenía forjada ciertas ideas de lo que no me agradaba de mi esposo y pensaba “cuando nos casemos, todo va a cambiar”. Y precisamente todo lo que pensé que iba cambiar, no ocurrió, sino que empeoró, tal vez porque no generamos conversaciones a tiempo de lo que él no le agradaba de mí y viceversa.
Ahora me doy cuenta, que no necesitaba cambiar del todo esas cosas, porque reconocí que muchos de esos aspectos de él es lo que precisamente lo hace especial. Karl Jung decía “Todo lo que nos irrita de otros, tiene más que ver contigo que con las demás personas”. Y tenía toda la razón.
Hoy aprecio los valores comunes que compartimos. He aprendido que aquello que nos hace tan diferentes, lo aprecio hoy más que antes, porque he reconocido que me complementa y hasta me agrega valor. Él es todo lo que yo no soy, y viceversa. Por ejemplo, podemos tener diferentes perspectivas sobre un tema, y eso mantiene la conversación interesante. Él es más introvertido que yo, y eso me ha enseñado apreciar más el silencio y respecto más hoy día mis pensamientos, más que mis palabras.
Así es que:
Tomen un tiempo, evalúen y reconozcan el estado de situación o calidad de tu relación.
Lo que funciona y lo que no está funcionando, y negocien. La palabra negociar es la palabra más bonita en un matrimonio. “Muy bien mi amor, entiendo que no estás de acuerdo, ¿y cómo lo Resolvemos? ¿Qué podemos decidir que sea beneficioso para ambos? Yo le pregunto “¿qué quieres negociar?
Dentro lo que evalúe, decidan entre ambos qué requiere atenderse, y trabájenlo.
Ahora bien, se necesitan dos para bailar tango, por tanto, evite sobrecompensar por su pareja. Ambos deben invertir la misma cantidad de energía.
Porque, aunque no le agrade sus diferencias, por lo menos aprendan a respetar sus diferencias. Y si lo anterior no funciona, busque apoyo y ayuda, porque toda relación merece el tiempo de evaluar por lo menos su estado actual. De no poderlo resolver, conversemos si necesita ayuda.
¿Qué piensas? ¿Cómo defines tu relación de pareja? Rieguen la palabra, ¡Contagiemos al mundo con ideas positivas!
La Dra. Concepción es un coach de negocio y de vida, especializada en relaciones de pareja. (econcepcion@strategies-coaching.com). (787) 439-0924
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